LAS LAMIAS DE LEZIAGA

Las lamias de Le ziaga hacen desaparecer a una muchacha de Usi

Una de las habitaciones de las lamias es la sima de Leziaga. Esta se halla en el km. 20 de la carretera de Areta a Orozko, en el barrio de Anuntzibai, a donde se llega pasando el río por un puente de bella factura construido en el año 1741. Allí se ven todavía las ruinas de una vieja ferrería. En las cercanías está el caserío de Usi, y no lejos de éste se abre el antro de Leziaga, que si bien tiene su entrada en forma de sima de unos cinco metros de profundidad, continúa en lo restante en forma de cueva. El día 15 de mayo de 1960, cuando el Grupo Espeleológico de Bizkaia visitaba la cueva, uno de los miembros, Ernesto Nolte, recogió de boca de los campesinos de aquella localidad el relato siguiente: «En Leziaga habitaban varias lamias. Un día se presentó a ellas una chica del caserío Usi, que fue obsequiada por aquellas con una brazada de oro que había de ser para ella , a condición de que no volviera más a visitarlas. No obstante, ella desobedeció y fue a visitarlas de nuevo. Las lamias no la dejaron salir del antro. Entretanto los familiares de la chica quisieron ir a buscarla; pero la sirvienta que tenían les dijo que, si mandaban hacer una misa, la joven secuestrada saldría, sin duda, de la cueva.

Por lo visto la misa no se hizo con todos los requisitos establecidos para el caso, pues la chica no salió nunca del antro. En cambio salió del subterráneo una voz que decía: "en el futuro no faltará oro en el caserío de Usi, pero también habrá siempre una persona loca"».

(Recogida por BARANDIARAN, José Miguel de.

Lamias que secuestran a los hombres. La voz de

la madre, nº 189, Nov. 1962, Secc. EuskoFolklore.

San Sebastián)-