LA BRUJA DE SUMBILLA

Según cuentan en Vera de Bidasoa, había en Sumbilla una guapa muchacha que tenía un caballo en su casa. La familia veía todas las mañanas con sorpresa, que el caballo se encontraba cansado y sudoroso.

Una noche se pusieron a vigilar, viendo al cabo de poco tiempo por el ojo de la cerradura, salir a la muchacha montada en el caballo a todo galope por el campo.

Visto esto, los familiares consultaron el hecho con un cura del pueblo, éste les dijo, que en las noches siguientes tapasen la cerradura y que pusieran una vela bendecida. Así lo hicieron, tapando el agujero de la cerradura con una tabla, para que no pudieran salir ni la muchacha ni el caballo durante la noche.

Según dicen, que cuando pasaron unos años, la joven se estaba muriendo, dicen que extendía la mano para que alguien la cogiese y así poder transmitir todo su poder de brujería, pero ésta murió sin que nadie le diera la mano.

Esta leyenda se cuenta en muchos lugares de la Euskalerria. Unos dicen que la joven murió y otros que se salvó porque el cura le libró de la brujería con los Libros Sagrados.