EL ZAPATERO Y EL BANDIDO
Un zapatero aprisiona al bandido de Lapurzulo
Lapurzulo está en Gorbeia. Hay allí una cueva terrible y en ella vivía un bandido al que no conseguían coger.
Cierto día, apareció por allí un zapatero y el bandido le dijo:
- ¿Qué haces por aquí?
El otro le dijo:
- Estoy desesperado. ¡Tengo muchos hijos y no me llega para alimentarles!
El bandido le respondió:
- ¡Pues quédate conmigo y te diré cómo se puede vivir bien!
Luego, el bandido le enseñó cómo robaba él, cómo había que ir a robar y cómo se podía soltar en caso de que le ataran. El bandido le ató al zapatero y le dijo:
- Bueno, ¡ahora suéltate!
Y se soltó, el zapatero consiguió soltarse. Luego, el zapatero le ató al bandido y lo hizo tan bien, que el otro no se podía soltar; el zapatero le insistía:
- ¡Suéltate!
Pero el otro no podía y, entonces, el zapatero vino al pueblo, diciendo:
- ¡¡Yo he capturado al bandido!!
Y le dieron un premio.
(Ibídem, “Lapurzuloko kontua”, 31.2, pp. 253-
254)