EL HOMBRE Y LA CULEBRA

EL HOMBRE Y LA CULEBRA

Sucedió en Ormazareta. Un pastor había llevado a apacentar a sus ovejas. De pronto, apareció ante sus ojos una cría de culebra. Tan simpática le resulto al pastor aquella pequeña culebra que se la llevo a su choza y le enseño a beber suero.

Todos los días, a partir de entonces y a una hora tija, la cria de culebra visitaba la choza del pastor para beber su ración de suero.

A la entrada el invierno, los pastores abandonan sus solitarios refugios para bajar al poblado. Pero el pastor de Ormazareta no abandonaba del todo a su simpática culebra. Cada vez que, con la primavera, subía a la montaña, llamaba con un silbido a la culebra y la culebra volvia fiel a la cita

del pastor.

Aconteció, mas tarde, que el pastor vendió su rebaño de ovejas y ya dejo de subir a Aralar.

Andando el tiempo, y con ocasión de una excursión a San Miguel de Aralar en compañía de unos amigos, el antiguo pastor, al pasar por Ormazareta, dicen que les aseguro a sus compañeros: <<A que hago aparecer allá un monstruo».

Naturalmente, los excursionistas no aceptaron con facilidad la aseveración de su compañero. Pero, ¡eh aquí!, que el antiguo pastor lanzo un largo silbido y, de pronto se presento ante sus ojos una gigantesca culebra.

El pastor se acerco confiado a la culebra, pero la culebra, al no encontrar el suero que esperaba, salto sobre el hombre y, enroscándole desde los pies hasta el cuello, lo ahogo.

ANTOLOGIA DE FABULAS, CUENTOS Y LEYENDAS DEL PAIS VASCO.

DE BARANDIARAN IRIZAR, LUIS